10 de enero de 2009

La Génesis eStrema (II)

Continuando con la búsqueda de las raices eStremas, les hago llegar el relato de un acontecimineto poco claro, que tuvo lugar unos días después del primer viaje eStremo.

Un sueño con implicancias psicologicas profundas, que hace algunos años atras recibimos en un mail:


Como no tuve tiempo de escribir nada del viaje, quería contarles que soñé con ustedes.

Si, aunque no lo crean.

Estaba en Los Gigantes, sentado bajo una sombrilla, degustando una cerveza. Había algún ruido en el lugar, pero yo estaba concentrado en unas burbujas chiquitas que se movían dentro del chop.

Como un presentimiento, surgido de mis más profundas y ancestrales visiones apocalípticas, sentí que debía levantar la vista. Así lo hice. Miré fijo hacia delante y no pude creer lo que vi.

Aijuna!!! Un toro machazo que levantaba polvo arrastrando una pezuña. Esto se parece a una corrida de toros, pensé. Y al mirar alrededor, me di cuenta de que lo era, y que yo era el torero!

Fue terrible. El toro se acercó amenazante, dispuesto a asegurarse una corneada. Estaba desesperado, pero traté de tranquilizarme y fue entonces cuando recordé aquella vieja frase de "tomar el toro por las astas". Tomar el toro por las astas... dominar la situación...

Perdí algo de tiempo buscando otro refrán menos peligroso. No lo encontré. Así que inflé el pecho, puse cara de persona segura de si misma, y sujeté bien fuerte los cuernos del animal.
El problema fue que, aparentemente, el toro no conocía el significado de aquella frase y la estratagema no funcionó.

Así nomás, con media sonrisa en los labios, el toro movió su cabeza como quien dice "si" y yo salí despedido hacia arriba. Volé cual un ave durante un par de segundos y caí con la gracia de una heladera. Pero sucedió lo peor, aterricé sobre el lomo del toro y ahora me encontraba montándolo.

Desde esta nueva perspectiva podía ver claramente al público. En la tribuna estaba Damian con un wisky en la mano, haciendo cucharita con otro toro; Gabriel, que se había traído una vaca muerta para preguntarle por un paso perdido, Oscar, degustando por un churrasco jugoso; Cagliani peinándose (bueno, es surrealismo); las tetas de Vanesa insistiendo con su presencia, Mario juntando rocas o piedras o cascotes y Lore con un palo de amasar en la mano, hablando con Renata sobre diseño de prendas y cómo controlar maridos. Ah! Me olvidaba, también estaba la flamante novia de Damián sosteniendo una valija en cada mano.

Y ahí estaba yo... solo... y peligrosamente sentado sobre un toro encabritado. Cuando creí que iba a perder el equilibrio y caer definitivamente al piso (con el consiguiente derrame de la cerveza. Si!, aún tenía la cerveza en la mano), sucedió el milagro.

Lore se trasformó en super-lore! Debajo del saquito de lana llevaba una capa a modo de superhéroe! Y la capa tenía estampada su imagen-insignia, con dos figuras cruzadas.
Esforcé la vista para poder ver bien la capa y si!!! Las figuras de la insignia de super-lore eran: un libro de Freud y un palo de amasar, cruzados. El símbolo significaba algo así como: "con la psicología o con la fuerza".

Sin darme cuenta cómo, super-lore apareció frente al toro. Momentos de tensión. Cóndores quietos en el aire frío. El silencio era tal, que se podía escuchar la conversación que Gabriel mantenía con la vaca muerta, la cual -ahora lo sabíamos- tampoco conocía el paso perdido.
Super-lore esgrimió su palo de amasar y le propinó semejante sacudón al toro, que lo dejó hablando boludeces por dos horas.

Y así fue como me salvé de una muerte segura, gracias a los rápidos reflejos de lore.

Lamentablemente, con tanto movimiento, la cerveza que aún aferraba (como a mi vida), había perdido el gas... Y cuando quise servirme otra, percibí un sonido lejano, como proveniente de otro mundo, que poco a poco se hizo más intenso e inquietante. Apagué el despertador, le di un beso a lore -agradeciéndole bajito- y me fui a laburar.
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1 comentario:

Anónimo dijo...

del sueño se desprende, como te cautivo el arte de volar que empezaste con las velas y con la frecuencia que recurris a tu salvadora y sensata mujer.Grande Lore!!