25 de septiembre de 2009
18 de septiembre de 2009
Volvamos pa' Catamarca!!!!
Y si, la marcha fue dura......pero desde el comienzo nomás!!!!...ahí va un relato de algunos momentos claves:
Llegando a Catamarca:
Cinco ebrios esperaban al roquero,
iban preparandose pa'hacerle el funeral,
salió primero en Chevallier desde retiro,
y a Catamarca le llevó tres horas más......
A las dos de la tarde, ya tenían los ojos desorbitados de tantas chicas lindas, y ahí llegó el cabeza dura (o cintura dura) en el "cómodo" y "rápido" de Chevallier. Nos esperaban otras 10 horas enlatados hasta Antofagasta de la Sierra.....que dolor de huevos!!!!.....y que olor también!!!...si superábamos la docena...seis tipos, más Marcelo, el dueño de la kangoo.
Aclimatando en Antofagasta:
Después de una noche bajo techo en la casa de Aníbal, empezamos a practicar eso de andar sobre arena como para ir aclimatando. Una vueltita por las lagunitas al pie del volcán Antofagasta nos dejó medio forfai......y eso que íbamos sin carga. Por la noche, ultimamos detalles de la travesía en una cena con Aníbal. Lápiz y papel de por medio, nos garabateó con gran detalle una imagen satelital que se sabía de memoria, los posibles caminos a seguir y hasta la firmeza del terreno. Luego de un intercambio de experiencias en montaña, nos quedó bien claro que Aníbal era del palo, pero al eXtremo, "Aníbal, el number one" desde entonces. Con total humildad nos propuso que le avisáramos una próxima vez para poder sumarse a nuestra eSperiencia......ahí nos dimos cuenta que no entendió bien lo de los viajes eStremos....
Perdiendo el nivel:
Rajamos tempranito la mañana del domingo. Un cartel nos daba aviso de no superar los 60, 40km/h.......enfocando la vista hacia el infinito se veía que era imposible incluso llegar a los 5km/h. Algunos de nosotros se perdieron como puntos en la lejanía de una ruta que nunca supimos si subía o bajaba. Nos perdimos en el horizonte y no había GPS que nos diera el nivel.
Alguno intentó volar, pero era pichoncito en esto, sus alas tenían pocas plumas, y aterrizó pronto con la cruda realidad de que el viento soplaba en contra de lo que el gurú predijo. Otro comenzó a entrar en pánico con la falta de agua....y eso que era nuestro primer día de camino.
Mientras, la arena y los serruchos se nos metían en los ojos y el toor. El camino se desdibujaba más adelante, se hacía, se multiplicaba, se borraba y se malinterpretaba a piaccere. Surgieron los caciques, alguno más armado que otro para interpretar la huella a su manera, y los indios, salvo algún valiente explorador en la punta (pichón de cacique), en fila rogando que el jefe haya sido iluminado o al menos que no sufra de delirium tremens por deshidratación. Por suerte, casi a última hora nos cruzamos con unos mineros que andaban pelotudeando (lo digo por experiencia), y ni lento ni perezoso, Damián les incautó 6 litros de agua.....el color le volvía a la pelada.
Remontando olas de arena y pómez:
Después de unas horas de bici-caminata a la deriva en un terreno cada vez más complicado, nuevamente nadábamos en la abundancia cuando Damián consiguiera por segunda vez más agua para los náufragos. Esta vez les tocó a unos turistas rosarinos y su guía que remontaban la pendiente en una 4x4.
Más tarde nos daríamos el lujo de un chapuzón en un mar de olas petrificadas, embravecidas con el pasar del tiempo por el intenso y antiguo soplar del viento. Nuevamente el camino nos jugaba un zigzagueante y movedizo porvenir, nos confundía con su viboreante desdibujo, burlaba el moderno sextante satelitario, nos dividía para que el océano de arena nos devorara uno a uno.
Ahora, perdiendo el rumbo y casi la cabeza:
Los trazos en el papel, las señales, las palabras, ....todo se hacía confuso. Perdimos el rumbo y parece que alguno también la cabeza......Damián se empeñaba en nombrar las referencias de un tal Arturo de Antofagasta. Evidentemente la sombra de la deshidratación nos pisaba los talones y nos ponía en la disyuntiva de que rumbo seguir. Dos caminos, o el mismo, o acaso más, si pasar por el arenal, o trepar aún más....la duda, la eterna duda de a quien seguir. Pero triunfó el compañerismo, esta vez las sílfides que batían el viento cada vez con mayor fuerza no lograron dividir la caravana. Héctor hacía punta de lanza y abría una herida en las olas de arena para que el grupo avanzara. Donmatus cerraba el surco para que los Apus no se enojaran. El portezuelo se dibujaba más rápido en nuestras mentes que en el horizonte, llegó lento a última hora. Una ofrenda de agua para la madre tierra y empezamos a bajar con la furia de Eolo detrás nuestro. El héroe del día fue Héctor, quien hasta tarde siguió reclamando su prometida doble ración, y viendo que todos nos contentábamos con resguardarnos del viento y la arena para reponernos del esfuerzo, lo escuchamos merodear y roer en nuestras alforjas hasta entrada la noche.
Bajando a tropezones:
El descenso fue largo y a tropezones, en medio de una tormenta de arena. No hubo pichón que se le animara al zonda, que esta vez sí soplaba a favor y como el gurú decía. Suficiente maltrato nos daba la lluvia de arena, que castigaba, nos roía, nos mandaba al diablo con sus latigazos caprichosos. Dejamos las entrañas de los cerros amoratando las palmas y los dedos de las manos contra el timón y el freno de nuestras barcas. El andar se fue haciendo progresivamente suave y placentero. El olor a vida de los montes dibujó sonrisas nuevamente en los rostros curtidos de los aventureros.........habíamos cruzado!!!, y llegábamos agotados a buen puerto bajo el tenue brillo de la luna.
La epopeya anterior nos es imaginación de un Homero cualquiera. Acá van unas fotografías acompañadas de una canción de Jorge Cafrune que cae muy bien para la ocasión.
Llegando a Catamarca:
Cinco ebrios esperaban al roquero,
iban preparandose pa'hacerle el funeral,
salió primero en Chevallier desde retiro,
y a Catamarca le llevó tres horas más......
A las dos de la tarde, ya tenían los ojos desorbitados de tantas chicas lindas, y ahí llegó el cabeza dura (o cintura dura) en el "cómodo" y "rápido" de Chevallier. Nos esperaban otras 10 horas enlatados hasta Antofagasta de la Sierra.....que dolor de huevos!!!!.....y que olor también!!!...si superábamos la docena...seis tipos, más Marcelo, el dueño de la kangoo.
Aclimatando en Antofagasta:
Después de una noche bajo techo en la casa de Aníbal, empezamos a practicar eso de andar sobre arena como para ir aclimatando. Una vueltita por las lagunitas al pie del volcán Antofagasta nos dejó medio forfai......y eso que íbamos sin carga. Por la noche, ultimamos detalles de la travesía en una cena con Aníbal. Lápiz y papel de por medio, nos garabateó con gran detalle una imagen satelital que se sabía de memoria, los posibles caminos a seguir y hasta la firmeza del terreno. Luego de un intercambio de experiencias en montaña, nos quedó bien claro que Aníbal era del palo, pero al eXtremo, "Aníbal, el number one" desde entonces. Con total humildad nos propuso que le avisáramos una próxima vez para poder sumarse a nuestra eSperiencia......ahí nos dimos cuenta que no entendió bien lo de los viajes eStremos....
Perdiendo el nivel:
Rajamos tempranito la mañana del domingo. Un cartel nos daba aviso de no superar los 60, 40km/h.......enfocando la vista hacia el infinito se veía que era imposible incluso llegar a los 5km/h. Algunos de nosotros se perdieron como puntos en la lejanía de una ruta que nunca supimos si subía o bajaba. Nos perdimos en el horizonte y no había GPS que nos diera el nivel.
Alguno intentó volar, pero era pichoncito en esto, sus alas tenían pocas plumas, y aterrizó pronto con la cruda realidad de que el viento soplaba en contra de lo que el gurú predijo. Otro comenzó a entrar en pánico con la falta de agua....y eso que era nuestro primer día de camino.
Mientras, la arena y los serruchos se nos metían en los ojos y el toor. El camino se desdibujaba más adelante, se hacía, se multiplicaba, se borraba y se malinterpretaba a piaccere. Surgieron los caciques, alguno más armado que otro para interpretar la huella a su manera, y los indios, salvo algún valiente explorador en la punta (pichón de cacique), en fila rogando que el jefe haya sido iluminado o al menos que no sufra de delirium tremens por deshidratación. Por suerte, casi a última hora nos cruzamos con unos mineros que andaban pelotudeando (lo digo por experiencia), y ni lento ni perezoso, Damián les incautó 6 litros de agua.....el color le volvía a la pelada.
Remontando olas de arena y pómez:
Después de unas horas de bici-caminata a la deriva en un terreno cada vez más complicado, nuevamente nadábamos en la abundancia cuando Damián consiguiera por segunda vez más agua para los náufragos. Esta vez les tocó a unos turistas rosarinos y su guía que remontaban la pendiente en una 4x4.
Más tarde nos daríamos el lujo de un chapuzón en un mar de olas petrificadas, embravecidas con el pasar del tiempo por el intenso y antiguo soplar del viento. Nuevamente el camino nos jugaba un zigzagueante y movedizo porvenir, nos confundía con su viboreante desdibujo, burlaba el moderno sextante satelitario, nos dividía para que el océano de arena nos devorara uno a uno.
Ahora, perdiendo el rumbo y casi la cabeza:
Los trazos en el papel, las señales, las palabras, ....todo se hacía confuso. Perdimos el rumbo y parece que alguno también la cabeza......Damián se empeñaba en nombrar las referencias de un tal Arturo de Antofagasta. Evidentemente la sombra de la deshidratación nos pisaba los talones y nos ponía en la disyuntiva de que rumbo seguir. Dos caminos, o el mismo, o acaso más, si pasar por el arenal, o trepar aún más....la duda, la eterna duda de a quien seguir. Pero triunfó el compañerismo, esta vez las sílfides que batían el viento cada vez con mayor fuerza no lograron dividir la caravana. Héctor hacía punta de lanza y abría una herida en las olas de arena para que el grupo avanzara. Donmatus cerraba el surco para que los Apus no se enojaran. El portezuelo se dibujaba más rápido en nuestras mentes que en el horizonte, llegó lento a última hora. Una ofrenda de agua para la madre tierra y empezamos a bajar con la furia de Eolo detrás nuestro. El héroe del día fue Héctor, quien hasta tarde siguió reclamando su prometida doble ración, y viendo que todos nos contentábamos con resguardarnos del viento y la arena para reponernos del esfuerzo, lo escuchamos merodear y roer en nuestras alforjas hasta entrada la noche.
Bajando a tropezones:
El descenso fue largo y a tropezones, en medio de una tormenta de arena. No hubo pichón que se le animara al zonda, que esta vez sí soplaba a favor y como el gurú decía. Suficiente maltrato nos daba la lluvia de arena, que castigaba, nos roía, nos mandaba al diablo con sus latigazos caprichosos. Dejamos las entrañas de los cerros amoratando las palmas y los dedos de las manos contra el timón y el freno de nuestras barcas. El andar se fue haciendo progresivamente suave y placentero. El olor a vida de los montes dibujó sonrisas nuevamente en los rostros curtidos de los aventureros.........habíamos cruzado!!!, y llegábamos agotados a buen puerto bajo el tenue brillo de la luna.
La epopeya anterior nos es imaginación de un Homero cualquiera. Acá van unas fotografías acompañadas de una canción de Jorge Cafrune que cae muy bien para la ocasión.
17 de septiembre de 2009
15 de agosto de 2009
7 de agosto de 2009
Origenes - eStremos
Para quienes no conocen los orígenes ó ingresan por primera vez al sitio, les resumo en un par de líneas cualidades de este grupo llamado los eStremos.
Son hombres con fuertes antepasados que han heredado un espíritu aventurero, hombres con liderazgo capaz comandar su propio pelotón, son hombres con principios y sin finales…
Cada uno de estos integrantes se lanzaron individualmente en búsqueda de su propio limite y aumentar su dosis de adrenalina a continuación algunos de las actividades que han hecho:
· Kayak
· Trekking
· Rapel
· Parapente
· Kite Buggy
· Windsurf
· Esqui
· Escalada
· Rafting
· Hiking ( je)
· Mountain Bike
· Bungee Jumping
· SandBoard
· Paracaidismo
· Hidrospeed (Cool River)
· Andinismo
Por causalidad estas vidas se cruzaron para armar una especie de cofradía en búsqueda de aquellas pequeñas cosas que elevan la calidad de vida, y desde entonces se conformo este grupo llamado los "eStremos", un grupo donde se encuentran palabras como:
o Honor
o Hermandad
o Masculinidad
o Hedonismo
o Avenencia
Colorin colorado....
Son hombres con fuertes antepasados que han heredado un espíritu aventurero, hombres con liderazgo capaz comandar su propio pelotón, son hombres con principios y sin finales…
Cada uno de estos integrantes se lanzaron individualmente en búsqueda de su propio limite y aumentar su dosis de adrenalina a continuación algunos de las actividades que han hecho:
· Kayak
· Trekking
· Rapel
· Parapente
· Kite Buggy
· Windsurf
· Esqui
· Escalada
· Rafting
· Hiking ( je)
· Mountain Bike
· Bungee Jumping
· SandBoard
· Paracaidismo
· Hidrospeed (Cool River)
· Andinismo
Por causalidad estas vidas se cruzaron para armar una especie de cofradía en búsqueda de aquellas pequeñas cosas que elevan la calidad de vida, y desde entonces se conformo este grupo llamado los "eStremos", un grupo donde se encuentran palabras como:
o Honor
o Hermandad
o Masculinidad
o Hedonismo
o Avenencia
Colorin colorado....
30 de julio de 2009
eStremos em proceso de recuperacion y tonificacion
27 de julio de 2009
Hacia Catamarca...
25 de marzo de 2009
eStremos en Nahuel Huapi !!!
Les dejo un video de los eStremos en las tierras patagónicas. Aqui podán ver que realmente eramos 5 en ese viaje...
5 de febrero de 2009
Vallecitos 2005
EStremos, les dejo el relato del viaje a Vallecitos del 2005. Encontré la bitácora con algunos comentarios, así que transcribo el hallazgo para que quede documentado aquel evento en la página.
El viaje comenzó con la repartija de peso. En ella hubo dos casos relevantes, un miembro que tomo los elementos mas pesados (y se gano el apodo de Ico, el caballito valiente) y un servidor que se hizo de lo mas liviano, consciente de su estado físico lastimoso...
Apenas llegamos y armamos las carpas, el espíritu de aventura se hizo presente. Tomamos unos magros pertrechos y encaramos hacia la primera cima que divisamos. Tuvimos la férrea determinación de escalarla, pero una nube tenebrosa nos invito a reconsiderarlo...
Siguieron laaargos dias de nieve y carpa, con lecturas compartidas bajo un techito, auténtica obra de ingeniería, producto de años de forzado estudio.
Tan intensas fueron las tardes de carpa que llegaron a ocurrir algunos sucesos algo difíciles de explicar. Al cuarto día habíamos construido una mesa de tres patas y estábamos absortos, tratando de comunicarnos con seres del más allá, cuando escuchamos ruidos extraños. Oh! espíritu taciturno, queremos saber si eres un aparecido... un golpe es si, dos golpes es no... Luego de un silencio sostenido alcanzamos a escuchar tres golpes secos. En ese momento comprendimos que iba ser una larga charla...
-Soy...soy…- escuchamos. -Soy... soy... Juan-. Nadie se atrevía a preguntar “qué Juan”, por temor a resultar irrespetuoso. Siempre quisimos mantener buena relación con los espectros desconocidos.-Soy Juan Crisóstomo...-nos confesó el espíritu, completando información indispensable para mantener cualquier tipo de dialogo como la gente. Sabíamos su nombre pero no estábamos seguros sobre qué preguntas debían hacerse a un aparecido. Que preguntar? Viste una luz? Hay vida después de la muerte? Es cierto lo que cuenta Sueiro?
Pero quien tomo la palabra fue Damián. Puso pose y actitud de familia, e interrogo al espíritu: oh! aaancestral aaalma itineraaante! Eres de apellido Lafinuuur?
-Para servirlo- ...Caray! Estábamos conversando con el mismísimo Juan Crisóstomo Lafinur!!! Aquel que dio nombre a la calle donde Damián vio crecer su (ahora ausente) cabello de niño!!! Nos hallábamos absortos. Apenas llegábamos a comprender que estábamos en conexión con el mas allá, cuando dos figuras más comenzaron a materializarse, una a cada lado de Lafinur.
Tardamos unos segundos en darnos cuenta que también se trataba de formas humanas. El espectro de la derecha esgrimía una sonrisa persistente, como clavada en su rostro. El de la izquierda vestía una chomba con el número "86" grabado en el pecho.
¿86? Pero quienes son estos? - Pregunto Gabi. Y luego de un silencio incomodo, ajustamos el oído y comenzamos a escuchar voces lejanas gritando consignas. Poco a poco aquellas voces fantasmales se hicieron más entendibles. No pagaremos!!! No!!! No pagaremos mas al FMI!!!... y luego: …venimos ganando en la mesa 86 de Necochea!!!....
Por dio! -gritó Gabi- pero si son Alberto y Adolfo Rodríguez Saa escoltando a Lafinur!!!
Crisóstomo tomo la palabra y anunció: hemos venido para acompañarlos en un paseo por el mundo de los sueños. Y dicho esto salimos de la carpa, cuatro aventureros y tres espectros, con rumbo a lo desconocido.
Lafinur y los Saa nos llevaron volando por la inmensidad de los Andes y volando vimos cosas increíbles.
Nos vimos a nosotros mismos, caminando allá abajo en Vallecitos.
Palo insistía en utilizar sus botitas de treaking como esquíes (NA: leyendo esto descubrí que tengo una tendencia recurrente al patinaje en las travesías eStremas).
También vimos a Marito anunciando: vayamos hacia el Norte!, al tiempo que encaraba de cara al sol en pleno atardecer.
Divisamos la carpa y la encontramos hinchada, como queriéndose escapar de si misma, frente a las poderosas flatulencias de Damián. Esos gases no son de este mundo, murmuro Lafinur. Yo taparía el escape con algo oblongo, opino Adolfo Rodríguez Saa con la vista puesta en el horizonte, como recordando algún episodio lejano.
Luego nos vimos a nosotros mismos dentro del auto, en el que también estaba Luis Miguel cantando a coro con nosotros! Eso sí que fue surrealista…
Volando por los aires y siempre escoltados por la comitiva celeste, llegamos a Sierra de las Quijadas.
En aquel lugar árido y desolado encontramos a Luis (sí, el mismo Luis…). Tenía una lagartija en la mano y una aguja de coser en la otra. Observamos bien, con cierta curiosidad y notamos que la lagartija tenía la boca cosida! Yo he leído algo al respecto - dijo Marito - al tiempo que se fumaba un porro abrazado a un cactus, a quien insistía en llamar “mescalito”.
La situación se tornó cada vez mas extraña, viciada de aires impuros y situaciones imposibles. Sin anunciarse, una fuerza desconocida se arremolinó sobre nosotros sumergiéndonos aún más en aquel mundo inexplicable. Quedamos los cuatro solos, flotando en un realidad cada vez más transparente, más etérea, cuando notamos que algo bastante singular ocurría a la altura de nuestras ingles. Cada uno de nosotros vio su propio testículo derecho crecer alcanzando las dimensiones de una pelota de tenis. Nos miramos asombrados, pero el crecimiento siguió su curso, llegando al tamaño de una naranja y luego de una sandía. Nuestro testículo derecho creció y creció, palideciendo primero, e iluminándose después. Llegó a un tamaño increíble y cada uno de nosotros fue absorbido por su testículo, que ya había adquirido un brillo enceguecedor. Ya nada importaba, todo estaba bien… solo éramos huevos luminosos flotando en el éter...
Fue una experiencia rara...
10 de enero de 2009
La Génesis eStrema (II)
Continuando con la búsqueda de las raices eStremas, les hago llegar el relato de un acontecimineto poco claro, que tuvo lugar unos días después del primer viaje eStremo.
Un sueño con implicancias psicologicas profundas, que hace algunos años atras recibimos en un mail:
Como no tuve tiempo de escribir nada del viaje, quería contarles que soñé con ustedes.
Si, aunque no lo crean.
Estaba en Los Gigantes, sentado bajo una sombrilla, degustando una cerveza. Había algún ruido en el lugar, pero yo estaba concentrado en unas burbujas chiquitas que se movían dentro del chop.
Como un presentimiento, surgido de mis más profundas y ancestrales visiones apocalípticas, sentí que debía levantar la vista. Así lo hice. Miré fijo hacia delante y no pude creer lo que vi.
Aijuna!!! Un toro machazo que levantaba polvo arrastrando una pezuña. Esto se parece a una corrida de toros, pensé. Y al mirar alrededor, me di cuenta de que lo era, y que yo era el torero!
Fue terrible. El toro se acercó amenazante, dispuesto a asegurarse una corneada. Estaba desesperado, pero traté de tranquilizarme y fue entonces cuando recordé aquella vieja frase de "tomar el toro por las astas". Tomar el toro por las astas... dominar la situación...
Perdí algo de tiempo buscando otro refrán menos peligroso. No lo encontré. Así que inflé el pecho, puse cara de persona segura de si misma, y sujeté bien fuerte los cuernos del animal.
El problema fue que, aparentemente, el toro no conocía el significado de aquella frase y la estratagema no funcionó.
Así nomás, con media sonrisa en los labios, el toro movió su cabeza como quien dice "si" y yo salí despedido hacia arriba. Volé cual un ave durante un par de segundos y caí con la gracia de una heladera. Pero sucedió lo peor, aterricé sobre el lomo del toro y ahora me encontraba montándolo.
Desde esta nueva perspectiva podía ver claramente al público. En la tribuna estaba Damian con un wisky en la mano, haciendo cucharita con otro toro; Gabriel, que se había traído una vaca muerta para preguntarle por un paso perdido, Oscar, degustando por un churrasco jugoso; Cagliani peinándose (bueno, es surrealismo); las tetas de Vanesa insistiendo con su presencia, Mario juntando rocas o piedras o cascotes y Lore con un palo de amasar en la mano, hablando con Renata sobre diseño de prendas y cómo controlar maridos. Ah! Me olvidaba, también estaba la flamante novia de Damián sosteniendo una valija en cada mano.
Y ahí estaba yo... solo... y peligrosamente sentado sobre un toro encabritado. Cuando creí que iba a perder el equilibrio y caer definitivamente al piso (con el consiguiente derrame de la cerveza. Si!, aún tenía la cerveza en la mano), sucedió el milagro.
Lore se trasformó en super-lore! Debajo del saquito de lana llevaba una capa a modo de superhéroe! Y la capa tenía estampada su imagen-insignia, con dos figuras cruzadas.
Esforcé la vista para poder ver bien la capa y si!!! Las figuras de la insignia de super-lore eran: un libro de Freud y un palo de amasar, cruzados. El símbolo significaba algo así como: "con la psicología o con la fuerza".
Sin darme cuenta cómo, super-lore apareció frente al toro. Momentos de tensión. Cóndores quietos en el aire frío. El silencio era tal, que se podía escuchar la conversación que Gabriel mantenía con la vaca muerta, la cual -ahora lo sabíamos- tampoco conocía el paso perdido.
Super-lore esgrimió su palo de amasar y le propinó semejante sacudón al toro, que lo dejó hablando boludeces por dos horas.
Y así fue como me salvé de una muerte segura, gracias a los rápidos reflejos de lore.
Lamentablemente, con tanto movimiento, la cerveza que aún aferraba (como a mi vida), había perdido el gas... Y cuando quise servirme otra, percibí un sonido lejano, como proveniente de otro mundo, que poco a poco se hizo más intenso e inquietante. Apagué el despertador, le di un beso a lore -agradeciéndole bajito- y me fui a laburar.
Un sueño con implicancias psicologicas profundas, que hace algunos años atras recibimos en un mail:
Como no tuve tiempo de escribir nada del viaje, quería contarles que soñé con ustedes.
Si, aunque no lo crean.
Estaba en Los Gigantes, sentado bajo una sombrilla, degustando una cerveza. Había algún ruido en el lugar, pero yo estaba concentrado en unas burbujas chiquitas que se movían dentro del chop.
Como un presentimiento, surgido de mis más profundas y ancestrales visiones apocalípticas, sentí que debía levantar la vista. Así lo hice. Miré fijo hacia delante y no pude creer lo que vi.
Aijuna!!! Un toro machazo que levantaba polvo arrastrando una pezuña. Esto se parece a una corrida de toros, pensé. Y al mirar alrededor, me di cuenta de que lo era, y que yo era el torero!
Fue terrible. El toro se acercó amenazante, dispuesto a asegurarse una corneada. Estaba desesperado, pero traté de tranquilizarme y fue entonces cuando recordé aquella vieja frase de "tomar el toro por las astas". Tomar el toro por las astas... dominar la situación...
Perdí algo de tiempo buscando otro refrán menos peligroso. No lo encontré. Así que inflé el pecho, puse cara de persona segura de si misma, y sujeté bien fuerte los cuernos del animal.
El problema fue que, aparentemente, el toro no conocía el significado de aquella frase y la estratagema no funcionó.
Así nomás, con media sonrisa en los labios, el toro movió su cabeza como quien dice "si" y yo salí despedido hacia arriba. Volé cual un ave durante un par de segundos y caí con la gracia de una heladera. Pero sucedió lo peor, aterricé sobre el lomo del toro y ahora me encontraba montándolo.
Desde esta nueva perspectiva podía ver claramente al público. En la tribuna estaba Damian con un wisky en la mano, haciendo cucharita con otro toro; Gabriel, que se había traído una vaca muerta para preguntarle por un paso perdido, Oscar, degustando por un churrasco jugoso; Cagliani peinándose (bueno, es surrealismo); las tetas de Vanesa insistiendo con su presencia, Mario juntando rocas o piedras o cascotes y Lore con un palo de amasar en la mano, hablando con Renata sobre diseño de prendas y cómo controlar maridos. Ah! Me olvidaba, también estaba la flamante novia de Damián sosteniendo una valija en cada mano.
Y ahí estaba yo... solo... y peligrosamente sentado sobre un toro encabritado. Cuando creí que iba a perder el equilibrio y caer definitivamente al piso (con el consiguiente derrame de la cerveza. Si!, aún tenía la cerveza en la mano), sucedió el milagro.
Lore se trasformó en super-lore! Debajo del saquito de lana llevaba una capa a modo de superhéroe! Y la capa tenía estampada su imagen-insignia, con dos figuras cruzadas.
Esforcé la vista para poder ver bien la capa y si!!! Las figuras de la insignia de super-lore eran: un libro de Freud y un palo de amasar, cruzados. El símbolo significaba algo así como: "con la psicología o con la fuerza".
Sin darme cuenta cómo, super-lore apareció frente al toro. Momentos de tensión. Cóndores quietos en el aire frío. El silencio era tal, que se podía escuchar la conversación que Gabriel mantenía con la vaca muerta, la cual -ahora lo sabíamos- tampoco conocía el paso perdido.
Super-lore esgrimió su palo de amasar y le propinó semejante sacudón al toro, que lo dejó hablando boludeces por dos horas.
Y así fue como me salvé de una muerte segura, gracias a los rápidos reflejos de lore.
Lamentablemente, con tanto movimiento, la cerveza que aún aferraba (como a mi vida), había perdido el gas... Y cuando quise servirme otra, percibí un sonido lejano, como proveniente de otro mundo, que poco a poco se hizo más intenso e inquietante. Apagué el despertador, le di un beso a lore -agradeciéndole bajito- y me fui a laburar.
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6 de enero de 2009
2009 - Saludos de Fin de año del Sr Demian
Bueno, en estos momentos uno se pone medio sentimental y al mirar hacia atras se da cuenta como se han concretado, dado a luz hechos, situaciones, entes ... a los cuales uno se habitúa facilmente cuando los tiene, y no los extraña cuando nunca los tuvo.... pero en ese segundo de lucidez que queda entre el tener y el tuvo, reconoce aquello, lo imposible, lo muy poco probable dentro de lo real, reconoce lo imposible... al eStremo. Aquello surgio sin mucha proyección, sin un mañana mas que ese presente entre las formas que se asomaron en los Gigantes para presenciar esos primeros pasos del eStremo. Y asi nacio y fue gestandose este grupo que año tras año se entrega a la naturaleza para tratar de disfrutarla, de conocerla y de que nos enseñe algo mas a cada uno sus intergantes.
Por todo esto y mucho mas brindo con todos los eStremos, por su espíritu aventurero, por todo eso que se empieza a respirar cuando arranca el micro, por los desafios, por el compañerismo, por el frío, y por el wisky!! SALUD!!
Por todo esto y mucho mas brindo con todos los eStremos, por su espíritu aventurero, por todo eso que se empieza a respirar cuando arranca el micro, por los desafios, por el compañerismo, por el frío, y por el wisky!! SALUD!!
Aca hay fotos de BARILOCHE!
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