La Génesis eStrema (I)

Alguna vez me puse a pensar cuál fue el origen de los eStremos. Todos sabemos sobre aquel mítico viaje inaugural a los Gigantes, que hicimos casi sin querer... El destino nos llevó a ejercer nuestra condición eStrema, hace mucho tiempo, cuando todavía carecíamos de nombre y para mencionarnos había que señalarlos con el dedo. (1)

Muchos hechos fueron forjando el espíritu: sin saberlo, primero ensayamos practicando escalada en Sierra de la Ventana, travesía en bici por las sierras de Córdoba, y hasta viajes en solitarios por las australes tierras de los vientos.

Cuando el mundo nos quedo chico, inventamos otros. Y así fuimos Rodof, Elf, Willow, Buchobaer y conquistamos los más salvajes rincones de la Tierra Media. Jugamos ROL sin descanso y fuimos cada vez más y mejores.

Pero hubo un día, en el que nuestra historia cambió. La vida real se entrelazó con los personajes roleros y tuvimos experiencias un poco extrañas. Hay quienes sostienen que los eStremos no son del todo reales, sino más bien entidades fantásticas y que nacieron aquel día, que les paso a relatar:

Les voy a dar una visión objetiva de lo que aconteció aquella noche. Por lo menos así lo vi, desde mi pasiva posición:


Todos sentados alrededor de la mesa charlando boludeces. Alguien pide otra cerveza al cantinero.

Buch divisa a la inocente víctima a través de las botellas, está sentada del otra lado de la mesa. Belleza 85, presencia 93.
Está muy lejos, cualquier comunicación sería interpretada como grito y quedaría fuera de juego.
Buch mira su hoja de personaje. Lee: "astucia" 97 y decide esperar en busca de un momento más oportuno.

La noche transcurre alegre, entre botellas de todo tipo.

En un descuido, sin que nadie lo note, utiliza sus "87 puntos" en "acechar, esconderse" y se desliza por debajo de la mesa.
En unos segundos está sentado, erguido, al lado de su víctima. Si fuera vampiro estaría clavado debajo de su oreja.

La gente conversa y Buch nota que él no lo está haciendo. Piensa: "pero ella tampoco". Es una oportunidad. O un mensaje.
Vuelve a mirar su hoja de personaje. Lee: "liderazgo e influencia": 83 y más abajo "dialéctica, discurso y verso criollo": 69. No es poco, las condiciones son favorables y decide salir de cacería.

Acerca la silla un poco más, la dama le responde llevando su vista hacia él. Buch se prepara para decir algo, pero alguien hace un chiste tonto. Todos rien.

Luego: silencio. Tensión. Miradas cruzadas. El momento indicado. Buch toma nuevamente la iniciativa con aire altanero y decidido. La mira fijamente, va a lanzar su primer frase de ganador. Tira los dados y saca un "0"-"4". Pifia.
Tirada abierta, vuelve a lanzar los dados y saca "7" - "6". Total -74, de su boca sale algo así como "yoooo, esteeee, hola."

El resto es historia repetida.
Una mala tirada arruina la jugada a cualquier gran ganador...








(1) Guiño.