¿Es posible que cinco individuos cualquiera, se impongan desafíos de aventureros y los lleven a cabo? La respuesta es no. Definitivamente no. Cinco personas comunes no pueden aspirar a tanto. Está claro: no son comunes.
Son, quizás, el eslabón perdido de la evolución entre homo sapiens de escritorio y el homo extremus. No llegan, ni pretender acercarse al perfil extremo de gente que cruza el Atlántico en balsa o el Sahara a pie. Este pequeño equipo de amigos se yergue feroz, aceptando desafíos que lo superan, y dispuestos a probar que pueden hacer de su vida algo extraordinario.
Son los eStremos y están por probarse una vez más.
En el 2007, el equipo eStremo decidió realizar una travesía en bici por Jujuy. Uno o dos años atrás Damian, uno de los integrantes, observó que se podía cruzar de la Puna a la Yunga Jujeña por un camino ancho, de facil transitar y en descenso. Por lo que dijo, lo había hecho a lomo de burro. Este personaje, de vista obtusa y recuerdos borrosos nos llevó a encarar nuestro más garnde desafío, aún sin quererlo ni imaginarlo.
Por delante nos esperaban varios ascensos inolvidables (para todos menos para Damián, que olvida con facilidad), un camino que se perdía hasta desaparecer, unas bajadas mortales y un sin fin de desafíos que tuvimos que sortear sobre la marcha. Aventura en estado puro.
Dia 1. Salimos de Buenos Aires en micro, viendo una pelicula casi subrelista en la que un travesti es padre y madre de un petero compulsivo. Peliculón.
Dia 2. Llegamos a Humahuaca, armamos las bicis y salimos a toda marcha por un camino recto pero de pendiente generosa [...]